Esta zona arqueológica, según los expertos y estudiosos del lugar, podría considerarse como el eslabón perdido entre las culturas del altiplano y la costa del Golfo de México, ya que floreció mil años antes de la civilización azteca, lo que lo convierte en un atractivo muy interesante para todos aquellos interesados en la historia de la civilización mundial. A pesar de no ser una zona explotada en su totalidad y de gran extensión, cuenta con un montículo que corrobora la presencia de civilizaciones prehispánicas en el lugar.
No solamente se trata de un solo montículo, si no de alrededor de 150 construcciones que testimonian el florecimiento de una cultura prehispánica de gran importancia en nuestra región.
A tan solo unos minutos de la ciudad de Martínez de la torre, se encuentra la comunidad del Pital perteneciente actualmente al municipio de San Rafael, Veracruz.
Es un intento por recoger información sobre las fortalezas turísticas e históricas de la región; nos topamos con múltiples datos sobre la importancia que representan estas ruinas aun inexploradas en su totalidad, y nos dimos a la tarea de escarbar entre la información disponible. Les presentamos a continuación algunos datos; a manera de preámbulo a futuras conclusiones de un tema.
El Pital ha sido ya reportado por National Geographic Society como el Gran Descubrimiento Arqueológico en 1994.
El reciente descubrimiento a orillas del Golfo de México de una ciudad portuaria prehispánica, anterior a la civilización azteca y casi contemporánea a las primeras culturas mayas , es el mayor hallazgo arqueológico registrado hasta ahora en México tras la localización de las ruinas de El Tajín en 1785. Expertos en arqueología e investigadores universitarios mexicanos estiman ya que El Pital, donde han sido descubiertas un total de 150 pirámides, va a alterar con toda probabilidad el conceptcr existente hasta ahora de la historia y las culturas de Mesoamérica.
Con profunda euforia fue recibido entre los arquelógos de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) el anuncio que hizo el jueves a la
prensa internacional en la capital mexicana el profesor estadounidense
Jeffrey Wilkerson .sobre el hallazgo de El Pital. Pero este estado de
ánimo duró muy poco tiempo cuando se comprobó al día siguiente que
mientras toda la prensa del mundo se hacía eco del hallazgo, ni el
Gobierno de México, a través del Consejo de la Cultura y las Artes, o la
propia prensa del país se daban por enterados que sobre territorio
mexicano se había producido un acontecimiento que podría modificar la
historia prehispánica de este país.El dolor por este escaso eco nacional
no impidió que Wilkerson y sus arqueólogos de la National Geography
Society revelaran nuevos datos en las últimas horas sobre este
impresionante hallazgo. El Pital ya no sólo podría considerarse como el
eslabón perdido entre las culturas del altiplano y la costa del Golfo de
México sino también como el descubrimiento más importante del mundo
prehispánico en cuanto a extensión ya que los rastros de esta ciudad se
prolongan en un radio de 100 kilómetros.
Pese a que El Tajín se encuentra a sólo 65 kilómetros del lugar donde ha sido encontrada esta ciudad portuaria, El Pital es un hallazgo de suma importancia en esta zona marítima porque arroja una amplia información sobre el desarrollo paralelo de lo urbano con la naturaleza. También se le considera a esta ciudad portuaria como el antecedente histórico de las culturas clásicas de esta zona del Golfo mexicano.
Las primeras investigaciones apuntan que este complejo arqueológico, cubierto hoy por cultivos de naranjos y sobre el que se tardará al menos 100 años en descubrir del todo, disponía de un sistema de campos para la agricultura intensiva compuesta por una red fluvial artificial rodeada por terraza a lo largo de 100 kilómetros cuadrados. Estas terrazas, rodeadas por aguas salinas, tenían acceso a canales artificiales de agua dulce, para el consumo diario, y representa un modelo de desarrollo urbano y agrícola integral, lo que resulta increíble cuando la fecha en que se desarrolla todo esto se sitúa entros los años 100 y 500 antes de Cristo. "El Pital se puede considerar como un pionero de la ecología cultural", señaló Wilkerson.
El Pital es anterior a El Tajín, cuya civilización se desarrolla entre 300 y 900 años antes de Cristo. Fue el antiguo límíte de un corredor cultural que iba desde Teotihuacán, a unos 53 kilómetros de la actual capital de México hasta el norte del Estado de Veracuz, ya en el Golfo de México. El templo más grande localizado en esta ciudad prehispánica tiene aproximadamente 72.900 metros cúbicos de volumen, está relleno de barro y recubierto de estupo, una mezcla de cal con agua. Wilkerson estima que esta zona arqueológica de El Tajín, sobre la que ya trabajaron sin mucho éxito en 1940 algunos arqueólogos mexicanos, fue poblada por varios grupos en ese momento en formación, como pudieron ser los huastecos y totonacas, que le dieron a la ciudad un carácter multiétnico. Existe también la sospecha, por los vestigios encontrados por los arqueólogos, de que en El Pital vivieron también comunidades de origen nahuatl.
No solamente se trata de un solo montículo, si no de alrededor de 150 construcciones que testimonian el florecimiento de una cultura prehispánica de gran importancia en nuestra región.
A tan solo unos minutos de la ciudad de Martínez de la torre, se encuentra la comunidad del Pital perteneciente actualmente al municipio de San Rafael, Veracruz.
Es un intento por recoger información sobre las fortalezas turísticas e históricas de la región; nos topamos con múltiples datos sobre la importancia que representan estas ruinas aun inexploradas en su totalidad, y nos dimos a la tarea de escarbar entre la información disponible. Les presentamos a continuación algunos datos; a manera de preámbulo a futuras conclusiones de un tema.
El Pital ha sido ya reportado por National Geographic Society como el Gran Descubrimiento Arqueológico en 1994.
El hallazgo de la ciudad prehispánica de El Pital revoluciona la arqueología mexicana
Descubierto totalmente el primer hospital indígena de América
El reciente descubrimiento a orillas del Golfo de México de una ciudad portuaria prehispánica, anterior a la civilización azteca y casi contemporánea a las primeras culturas mayas , es el mayor hallazgo arqueológico registrado hasta ahora en México tras la localización de las ruinas de El Tajín en 1785. Expertos en arqueología e investigadores universitarios mexicanos estiman ya que El Pital, donde han sido descubiertas un total de 150 pirámides, va a alterar con toda probabilidad el conceptcr existente hasta ahora de la historia y las culturas de Mesoamérica.
Pese a que El Tajín se encuentra a sólo 65 kilómetros del lugar donde ha sido encontrada esta ciudad portuaria, El Pital es un hallazgo de suma importancia en esta zona marítima porque arroja una amplia información sobre el desarrollo paralelo de lo urbano con la naturaleza. También se le considera a esta ciudad portuaria como el antecedente histórico de las culturas clásicas de esta zona del Golfo mexicano.
Las primeras investigaciones apuntan que este complejo arqueológico, cubierto hoy por cultivos de naranjos y sobre el que se tardará al menos 100 años en descubrir del todo, disponía de un sistema de campos para la agricultura intensiva compuesta por una red fluvial artificial rodeada por terraza a lo largo de 100 kilómetros cuadrados. Estas terrazas, rodeadas por aguas salinas, tenían acceso a canales artificiales de agua dulce, para el consumo diario, y representa un modelo de desarrollo urbano y agrícola integral, lo que resulta increíble cuando la fecha en que se desarrolla todo esto se sitúa entros los años 100 y 500 antes de Cristo. "El Pital se puede considerar como un pionero de la ecología cultural", señaló Wilkerson.
El Pital es anterior a El Tajín, cuya civilización se desarrolla entre 300 y 900 años antes de Cristo. Fue el antiguo límíte de un corredor cultural que iba desde Teotihuacán, a unos 53 kilómetros de la actual capital de México hasta el norte del Estado de Veracuz, ya en el Golfo de México. El templo más grande localizado en esta ciudad prehispánica tiene aproximadamente 72.900 metros cúbicos de volumen, está relleno de barro y recubierto de estupo, una mezcla de cal con agua. Wilkerson estima que esta zona arqueológica de El Tajín, sobre la que ya trabajaron sin mucho éxito en 1940 algunos arqueólogos mexicanos, fue poblada por varios grupos en ese momento en formación, como pudieron ser los huastecos y totonacas, que le dieron a la ciudad un carácter multiétnico. Existe también la sospecha, por los vestigios encontrados por los arqueólogos, de que en El Pital vivieron también comunidades de origen nahuatl.
Indígenas enfermos
Esta zona de El Pital estuvo altamente poblada hasta el siglo XVI, que es cuando por este mismo corredor penetran hacia México las primeras expediciones de la conquista dirigida por Hernán Cortes. La mayoría de los pobladores, ya no sólo de esta zona sino también del resto del sureste mexicano, esencialmente mayas, murieron por epidemias.Coincidiendo con el descubrimiento de El Pital otro arqueólogo, en este caso el mexicano Luis Alberto López Wario, acaba de revelar que también ha sido localizado el primer hospital para indígenas de México, que data precisamente del siglo XVI. Este hospital, llamado de San José de los Naturales, fue construido entre 1540 y 1550 en las afueras de la capital mexicana y se supo por primera vez de su existencia en noviembre de 1992. Este hospital fue levantado como centro de recepción de los indígenas que habían enfermado por el contagio de las enfermedades que trajeron los españoles a México con la conquista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de febrero de 1994